
Castilla Y León Tridente Entresuelos 2020 0.75 L.
Ficha Técnica
Sobre Castilla Y León Tridente Entresuelos 2020 0.75 L.
Castilla y León Tridente Entresuelos de Bodegas Tridente es un tinto castellano de perfil intenso y moderno, elaborado en una zona reconocida por sus viñedos de clima continental. Destaca por su carácter concentrado y maduro, reflejo del estilo potente y expresivo con el que la bodega trabaja sus vinos en la meseta castellana.
Color:
Rojo picota muy cubierto, con ribete violáceo que denota juventud y buena concentración. La lágrima es densa y pausada, típica de los tintos estructurados de interior de Castilla y León, donde la maduración de la uva suele ser lenta y completa.
Nariz:
Aromas intensos de fruta negra madura, como ciruelas y moras, con notas de confitura y un fondo especiado que recuerda a la vainilla, el cacao y ligeros tostados. Aparecen matices balsámicos y de regaliz, muy en la línea de los vinos de corte moderno y madera marcada de la región.
Boca:
Entrada amplia y carnosa, con taninos firmes pero pulidos y una textura densa que llena el paladar. La fruta negra madura se integra con los recuerdos de roble, aportando volumen y un final largo y cálido, característico de los tintos de clima continental de Bodegas Tridente.
La bodega
Bodegas Tridente
Bodegas Tridente se ubica en Villanueva de Campeán, en la provincia de Zamora, dentro de la IGP Vino de la Tierra de Castilla y León. Su eje principal es la Tinta de Toro procedente de viñedos viejos, muchos de ellos prefiloxéricos, plantados en suelos pobres de arena y canto rodado que limitan el vigor y favorecen una maduración lenta y concentrada. El clima continental extremo, con marcadas oscilaciones térmicas, contribuye a preservar acidez y complejidad aromática en las uvas.<br><br>La bodega combina fermentaciones en depósitos de acero inoxidable con largas maceraciones y crianzas en barricas de roble francés y americano, buscando estructura y profundidad sin perder frescura. Además de Tinta de Toro, trabajan variedades como Prieto Picudo y Mencía, vinificadas por separado para reflejar su origen. El resultado son vinos intensos, de tanino pulido y carácter claramente castellano, donde la fruta madura se equilibra con notas balsámicas y minerales.




